Ir limando
Un espacio recóndito dentro de las uñas. Allí se hallan depositadas la esencia de tu ser cuando extraía la mezcolanza de las noches mudas. Hemos adorado conjuntamente el silencio, el aplauso del hueco compartido y las sábanas repletas de olores.
La noche avanza.
Fue que repetimos hasta la saciedad los mismos gestos. Pero cómo poder afirmar que la variedad habitó dentro de este cuarto azulado colándose el sol y el hambre saciado por el sexo baladí? La noche avanza con retales de antiguos amores. La oscuridad mancillada por el ser humano. Los mismos gestos. El acto de la repetición y los perfumes en el embozo de otros labios que ahora recuerdo y no sé porqué.
La noche avanza ( tictac)
Otro silencio. Otro hasta pronto con el estruendo silente de un portazo al alba. La soledad y otro cuerpo para coleccionar. Tu cuerpo y una carta donde he de decir que nada fue un error porque que tu y yo somos más que dos seres anquilosados por el tedio y la tristeza, dos cuerpos a punto de desaparecer como una historia más dentro de la insignificancia del mundo.
El alba empieza a respirar.
De nuevo y otra vez lo mismo. De nuevo el abismo. De nuevo y otra vez. Sé que di a entender que albergaría la esperanza contigo, el matar de los recuerdos que liman el espacio que tengo para darte y no di. Así que entiendo que te levantaras al alba y saliendo del baño despreciaras mi mirada de mártir estúpido. Un simple burdo coleccionista de amantes pensarás. Un imbécil que nunca se desprenderá de su cortaúñas.
La noche avanza.
Fue que repetimos hasta la saciedad los mismos gestos. Pero cómo poder afirmar que la variedad habitó dentro de este cuarto azulado colándose el sol y el hambre saciado por el sexo baladí? La noche avanza con retales de antiguos amores. La oscuridad mancillada por el ser humano. Los mismos gestos. El acto de la repetición y los perfumes en el embozo de otros labios que ahora recuerdo y no sé porqué.
La noche avanza ( tictac)
Otro silencio. Otro hasta pronto con el estruendo silente de un portazo al alba. La soledad y otro cuerpo para coleccionar. Tu cuerpo y una carta donde he de decir que nada fue un error porque que tu y yo somos más que dos seres anquilosados por el tedio y la tristeza, dos cuerpos a punto de desaparecer como una historia más dentro de la insignificancia del mundo.
El alba empieza a respirar.
De nuevo y otra vez lo mismo. De nuevo el abismo. De nuevo y otra vez. Sé que di a entender que albergaría la esperanza contigo, el matar de los recuerdos que liman el espacio que tengo para darte y no di. Así que entiendo que te levantaras al alba y saliendo del baño despreciaras mi mirada de mártir estúpido. Un simple burdo coleccionista de amantes pensarás. Un imbécil que nunca se desprenderá de su cortaúñas.